Los dolores de cabeza son muy normales y la mayoría de las personas los presentan en diferentes momentos de su vida, pero otros tipos de cefaleas pueden llegar a ser más problemáticas. Conoce los diferentes tipos de cefaleas, sus síntomas y cómo tratarlos.
En Neuraxpharm desarrollamos alternativas farmacológicas para el dolor de cabeza. Una vez que tu médico haya determinado tus necesidades específicas, podrá recetarte el producto que mejor se adapte a tus necesidades y a tu estado.
Conoce los diferentes tipos de cefaleas, sus síntomas y cómo tratarlos.
Las cefaleas implican dolor en la cabeza. La gravedad y la localización exacta del dolor variarán en función del tipo de cefalea que se sienta. Algunas cefaleas también pueden afectar a los ojos, el cuello y la cara, y también pueden ir acompañadas de síntomas como náuseas y sensibilidad a la luz.
En términos generales, las cefaleas se dividen en dos categorías: cefaleas primarias y secundarias. En las cefaleas primarias, el dolor de cabeza no es debido a otra enfermedad; es la forma más común, ya que representa más del 95 % de todas las cefaleas. Las cefaleas secundarias indican que hay otra enfermedad o afección que causa el dolor de cabeza, como un tumor cerebral o una infección del sistema nervioso central, como la meningitis o la encefalitis.
Los principales tipos de cefalea primaria son:
Los cambios hormonales también pueden ser causa de dolores de cabeza, especialmente en las mujeres. Pueden producirse como resultado de la bajada natural de los estrógenos durante la menstruación o aparecer durante el embarazo y la menopausia, cuando los niveles hormonales se alteran. La relación entre los dolores de cabeza y las hormonas en los hombres es menos clara, pero algunos estudios sugieren que los niveles de estrógenos y testosterona podrían estar relacionados con las migrañas que sufren los hombres.
Las estadísticas mundiales muestran que las cefaleas son sorprendentemente comunes. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se calcula que entre la mitad y las tres cuartas partes de los adultos de entre 18 y 65 años han sufrido un dolor de cabeza en el último año. De ellos, el 30 % o más ha tenido una migraña. Las cefaleas crónicas (dolor durante 15 o más días al mes) afectan a entre el 1,7 y el 4 % de la población adulta mundial.
Todas las cefaleas implican dolor en alguna parte de la cabeza, pero los síntomas específicos dependerán del tipo de cefalea que tengas.
Algunas cefaleas provocan una simple sensación de dolor en parte de la cabeza; otras son más intensas y van acompañadas de otros efectos secundarios. Estos son los principales síntomas a los que hay que prestar atención:
Cefalea tensional:
Migraña:
Cefalea en racimos:
Se trata de un tipo raro de cefalea primaria que suele afectar a personas de entre 30 y 40 años. Los principales síntomas son:
Otros posibles síntomas son lagrimeo, caída o hinchazón de un párpado y obstrucción nasal o rinorrea unilaterales.
Algunas cefaleas, como las cefaleas en racimos, aparecen repentinamente, mientras que otras, como las migrañas, pueden instaurarse lentamente. A las personas que sufren dolores de cabeza con frecuencia les resulta útil llevar un diario de los mismos y anotar cuándo se produce cada cefalea, cómo se sienten antes y qué síntomas tienen. Esto puede ayudar a identificar cualquier factor desencadenante que pueda provocar las cefaleas.
Las personas que padecen migrañas son las más propensas a notar los primeros signos. Entre ellos se encuentran:
Las migrañas también pueden ir acompañadas de un aura, que es un término utilizado para describir los síntomas que aparecen antes de una migraña, y que actúa como un aviso. Estos síntomas pueden incluir:
Las cefaleas primarias, como las cefaleas tensionales y las cefaleas en racimos, no están causadas por otra causa, pero las cefaleas secundarias son consecuencia de otra afección, como una infección, una alergia o una enfermedad, y pueden ser más graves.
La mayoría de las cefaleas primarias son inofensivas y van y vienen a lo largo de la vida de las personas, pero algunas (especialmente las migrañas) pueden tener efectos más duraderos. Un estudio de la Facultad de Medicina de Harvard muestra que las personas que sufren migrañas frecuentes son más propensas a tener otros problemas de salud, como ansiedad, depresión, insomnio y síndrome del intestino irritable. Otros estudios sugieren que las migrañas se asocian a un mayor riesgo de sufrir un infarto de miocardio o un ictus.
Las cefaleas tensionales son cefaleas primarias, por lo que no están causadas por otra afección, pero existen ciertos factores que se cree que las desencadenan. Entre ellos se encuentran el estrés y la ansiedad, la deshidratación, la omisión de comidas, las malas posturas, el estrabismo y la falta de ejercicio.
Las cefaleas en racimos también son cefaleas primarias. Se cree que las personas que fuman tienen más riesgo de padecerlas, y también pueden desencadenarse por el consumo de alcohol o por olores fuertes como la gasolina o la pintura.
Los médicos aún no están seguros de las causas exactas de la migraña, pero creen que podría estar relacionada con cambios temporales en las sustancias químicas, los nervios y los vasos sanguíneos del cerebro. Algunas personas descubren que sus migrañas están relacionadas con determinados factores, como el ciclo menstrual, la dieta, el cansancio o el estrés.
Se cree que algunos tipos de dolores de cabeza podrían ser hereditarios. Alrededor de la mitad de las personas que sufren migrañas tiene un pariente cercano que también las padece, lo que sugiere que puede haber un vínculo genético. Del mismo modo, los genes pueden tener relación con las cefaleas en racimos, y los estudios muestran que los factores genéticos están presentes en cerca del 10 % de los casos.
Las migrañas suelen afectar más a las mujeres que a los hombres. Pueden aparecer a cualquier edad, pero parecen ser más problemáticos en la mediana edad y disminuyen en las últimas etapas de la vida.
Las cefaleas tensionales también son más frecuentes en las mujeres y afectan más a los adolescentes y a los adultos. Las cefaleas en racimos son más raras y afectan más a los fumadores que a los no fumadores.
Las cefaleas no provocan la muerte, pero pueden afectar a la calidad de vida.
Las cefaleas tensionales son puntuales en la mayoría de las personas, lo que significa que las padecen de vez en cuando, pero pueden ser crónicas, si se producen durante más de 15 días al mes.
Las migrañas pueden tener un mayor impacto en la vida diaria, sobre todo para las personas que las padecen de forma regular y prolongada. Lo mismo ocurre con las cefaleas en racimos, que provocan un dolor intenso durante un período de tiempo prolongado. Sin embargo, la mayoría de las personas consiguen encontrar un tratamiento que les ayuda a reducir los síntomas.
No siempre es necesario obtener un diagnóstico para las cefaleas. La mayoría de las personas que experimentan cefaleas tensionales son capaces de lidiar con ellas sin ayuda médica profesional; el diagnóstico puede ayudar a las personas que padecen migrañas con frecuencia.
Si crees que has padecido una cefalea en racimos, es importante que acudas al médico de inmediato. Puede que te sugieran realizar un escáner cerebral para descartar otras afecciones que puedan tener síntomas similares a las cefaleas en racimos.
Puede llevar un tiempo diagnosticar las migrañas, ya que suelen ser imprevisibles. Los médicos examinarán su visión, sus reflejos y su coordinación y le harán preguntas sobre sus síntomas. Si has llevado un registro de tus migrañas, puede ayudarte a detectar cualquier patrón y ser una herramienta útil para que el médico haga un diagnóstico en firme.
Llevar un diario de tus migrañas es fácil: basta con elaborar una tabla para anotar cualquiera de los siguientes datos cada vez que tengas una migraña:
En el caso de las cefaleas en racimos, el médico te hará una serie de preguntas sobre los síntomas que tienes. Si se realiza un escáner cerebral, se espera que sea normal. Si se te diagnostica una cefalea en racimos, puedes acudir a un neurólogo (especialista en el sistema nervioso) para que te comente las opciones de tratamiento.
Puede ser difícil diferenciar las cefaleas primarias de las secundarias y el médico puede tener que hacerte algunas pruebas si no está seguro. Estas pueden incluir análisis de sangre para comprobar la existencia de otras enfermedades, así como resonancias magnéticas y tomografías computarizadas para obtener una imagen más exacta de lo que ocurre en el interior del cerebro.
No existen pruebas específicas para saber si tienes migraña, pero a veces el médico querrá hacerte pruebas para descartar otras patologías con síntomas similares. Estas pruebas pueden incluir análisis de sangre, resonancia magnética y un electroencefalograma (EEG).
La buena noticia es que la mayoría de cefaleas pueden tratarse con éxito. Existe una serie de medicamentos disponibles, y a menudo hacer cambios en el estilo de vida también puede suponer una gran diferencia.
Según el tipo de dolor de cabeza que sientas, es posible que tengas que probar un enfoque combinado, para ver cuál es el más adecuado para ti.
El tratamiento para la cefalea se divide en dos categorías principales:
Alterar la dieta puede ser útil como parte de un enfoque más amplio de cambios en el estilo de vida para ayudar a aliviar las cefaleas. Como norma general, intenta seguir una dieta sana y equilibrada y comer en intervalos regulares.
Existe una serie de factores dietéticos que pueden desencadenar las cefaleas, como el ayuno, la ingesta de alimentos ricos en azúcar, las dietas extremas y la omisión de comidas. Para algunas personas, comer tarde o con una frecuencia irregular también puede influir, ya que pueden hacer que los niveles de glucosa en sangre disminuyan. La cafeína, el alcohol y el queso también pueden provocar dolores de cabeza.
Una vez más, llevar un diario de los dolores de cabeza (que incluya detalles de todo lo que has tomado) te ayudará a identificar cualquier alimento que pueda afectar a tus cefaleas.
También puedes considerar el uso de algunos suplementos dietéticos, como vitaminas, minerales o preparados de hierbas.
Por ejemplo, el magnesio puede contribuir al funcionamiento normal del sistema nervioso y al metabolismo energético, mientras que algunos productos naturales pueden ayudar a reducir los estados de tensión localizados en una zona o a favorecer la relajación.
Los estudios han descubierto que la acupuntura puede ayudar a disminuir los efectos de la migraña en algunas personas. En un estudio, cuando los pacientes recibieron 12 tratamientos en el transcurso de tres meses, el resultado fue un 34 % menos de días de dolor de cabeza.
También se ha encontrado que la terapia de luz verde es beneficiosa para las migrañas. Se trata de pasar un tiempo en una banda específica y estrecha de luz verde de una lámpara especial mientras se filtra el resto de la luz. Es importante utilizar esta terapia adecuadamente, ya que otras luces de color, como el blanco, el azul, el ámbar y el rojo, pueden agravar las migrañas.
La oxigenoterapia es otro de los tratamientos que se pueden sugerir para las cefaleas en racimos. Consiste en respirar aire que contiene niveles de oxígeno más altos de lo normal a través de una máscara o tubo, y puedes instalarlo en casa.
Las cefaleas tensionales pueden aliviarse reduciendo el estrés, por lo que las terapias de relajación, como los masajes, pueden ser una buena opción de tratamiento si se sienten estos dolores de cabeza con regularidad.
La estimulación transcutánea del nervio vago (TVNS por sus siglas en inglés) es un tratamiento que a veces se utiliza para tratar las cefaleas en racimos. Estimula un nervio del cuello con corrientes eléctricas de bajo voltaje para aliviar el dolor y como método preventivo para ayudar a reducir la frecuencia de las cefaleas en racimo.
Dado que el estrés y las malas posturas son dos de las principales causas de las cefaleas tensionales, el ejercicio puede ser muy beneficioso para ayudar a tratarlas y prevenirlas. El yoga es especialmente recomendable, ya que se trabaja la postura y la relajación.
La relación entre el ejercicio y las migrañas es más compleja. Algunas personas consideran que el ejercicio puede provocar migraña, mientras que para otras es beneficioso. Al igual que con las cefaleas tensionales, el principal beneficio de hacer ejercicio con frecuencia es que ayuda a reducir el estrés, que es un desencadenante muy común de las migrañas.
No existe una manera definitiva de prevenir las cefaleas, pero muchos de los tratamientos mencionados anteriormente también pueden utilizarse como métodos preventivos para evitar que vuelvan a producirse.
Los factores relacionados con el estilo de vida, como hacer ejercicio con frecuencia, seguir una dieta saludable y tomar medidas para reducir el estrés, así como reducir el consumo de alcohol y dejar de fumar, son medidas preventivas recomendables para los dolores de cabeza.
Muchas personas que padecen migrañas han observado que, al conocer mejor los factores que pueden desencadenarlas, pueden tomar medidas para evitar que se produzcan con tanta frecuencia. Una de las mejores maneras de hacerlo es mediante un diario de migrañas que puede ayudar a mostrar si un determinado alimento, o algo como el estrés o la falta de sueño, está provocando un brote.
Se ha demostrado que algunos fármacos ayudan a prevenir las migrañas en algunas personas, pero pueden no ser adecuados si tienes otros problemas de salud y solo deben ser recetados por tu médico.
El dolor de cabeza es una de las formas más comunes de dolor y una de las razones más utilizadas para faltar al trabajo y a clase, por lo que no es de extrañar que la investigación sobre las causas y el tratamiento de las cefaleas sea abundante.
En los últimos cinco años se han producido notables avances en la medicación contra las cefaleas. Entre ellos se encuentran los ensayos clínicos de nuevos medicamentos para tratar la migraña aguda y las terapias no farmacológicas, como la estimulación magnética y la estimulación no invasiva del nervio vago (nVNS por sus siglas en inglés), también para el tratamiento de la migraña.
Los estudios también han demostrado la importancia de comprender la fase premonitoria de la migraña, en la que pueden aparecer síntomas como bostezos, cansancio, disfunción cognitiva y antojos de comida. Se cree que esto puede ayudar a explicar los factores desencadenantes de la migraña en algunas personas y permitirte autogestionar tu enfermedad de forma más eficaz.
Salud mental
Autismo
Autismo
Suscríbete a nuestra newsletter
Recibe las últimas novedades del blog de Neuraxpharm.
@marinpiedadperez (Instagram)
@farmacialosboliches (Instagram)
@farmaciaclimentpons (Instagram)
@farmaciaiborramillet (Instagram)
@barbarabuccudu (Instagram)
@la_farmacia_central (Instagram)
@manuelmoratalla (Instagram)
@emeric59172 (Instagram)
Los ganadores de la web han sido contactados por email
Para acceder a esta información, debes utilizar tus credenciales.
¿No tienes cuenta? Regístrate