Fluconazol está indicado en adultos para el tratamiento de:
Meningitis criptocóccica (ver sección 4.4).
Coccidioidomicosis (ver sección 4.4).
Candidiasis invasiva.
Candidiasis de las mucosas incluyendo las candidiasis orofaríngea y esofágica, candiduria y candidiasis mucocutánea crónica.
Candidiasis oral atrófica crónica (asociada al uso de prótesis dentales) cuando la higiene dental o el tratamiento tópico sean insuficientes.
Candidiasis vaginal, aguda o recurrente cuando la terapia local no sea apropiada.
Balanitis por Candida cuando la terapia local no sea apropiada.
Dermatomicosis, incluidas las producidas por Tinea pedis, Tinea corporis, Tinea cruris, Tinea versicolor e infecciones dérmicas por Candida cuando la terapia sistémica esté indicada.
Tratamiento de la infección por Tinea unguinum (onicomicosis) cuando los tratamientos de elección no se consideren apropiados.
Fluconazol está indicado en adultos para la profilaxis de:
Recaídas de meningitis criptocóccica en pacientes con alto riesgo de recidivas.
Recaídas de Candidiasis orofaríngea y esofágica en pacientes infectados con SIDA quienes tienen gran riesgo de experimentar recaídas.
Reducir la incidencia de candidiasis vaginal recurrente (4 o más episodios al año).
Profilaxis de infecciones por Candida en pacientes con neutropenia prolongada (tales como pacientes con neoplasias hematológicas que reciben quimioterapia o pacientes receptores de un Trasplante Hematopoyético de Células Madre) (ver sección 5.1).
Fluconazol está indicado en neonatos, lactantes, niños y adolescentes de 0 a 17 años de edad:
Fluconazol se utiliza para el tratamiento de la candidiasis de las mucosas (orofaríngea y esofágica), candidiasis invasiva, meningitis criptocóccica y profilaxis de infecciones por Candida en pacientes inmunocomprometidos. Fluconazol puede utilizarse como terapia de mantenimiento para prevenir recidivas de meningitis criptocóccica en pacientes con un alto riesgo de recurrencias (ver sección 4.4).
La terapia puede ser instaurada antes de conocerse los resultados de los cultivos y de las otras pruebas de laboratorio; sin embargo, una vez que los resultados estén disponibles, se debe ajustar la terapia antiinfecciosa de acuerdo a ellos.
Deben tenerse en cuenta las recomendaciones de las guías oficiales para el uso adecuado de los antifúngicos